martes, 31 de enero de 2012

La vida comunitaria

La vida en comunidad ayuda al hombre a conocerse y reconocerse, es la que forma y educa. Lo saca de su egoísmo porque le demanda continuamente atención al otro, disposición de servicio, comprensión, tolerancia a las diferencias, apertura y madurez para compartir la vida.
La verdadera comunidad nace del compromiso y de la participación de todos sus miembros, a través de la recíproca aceptación, en el esfuerzo permanente para permanecer unidos. Cuando una persona tiende a monopolizar todas las decisiones, no hay comunidad, porque el cuerpo está compuesto de distintos miembros y cada uno tiene una función especítica que debe cumplir activamente.
Construir realmente una comunidad, vivir auténticamente en comunión con otros, es terriblemente dificil, no por eso tendremos que desistir, sino por el contrario, tendremos que comprometernos más y más en búsqueda de la verdadera comunidad.

A medida nuestra comunidad nos desilusiona porque cometemos el error de exigirle que sea la "comunidad idela", esa con la que soñamos. Es una decepción inevitable, despiadada pero saludable. Es una frustración muy instructiva, pues aunque a veces nos vuelve amargados, hirientes con los demás, serveros con el grupo, porque la realidad humana que se nos ofrece, no responde al ideal que esperábamos, también nos hace percibir que tenemos las mismas deficiencias que los demás, de la necesidad de situarnos junto a los otros en nuestras comunes debilidades, ayudarnos mutuamente a superarnos, a perdonarnos.
Por todo esto es muy importante no esconder nuestras debiblidades delante de los otros, ya que ellos pueden aprender también de nuestros puntos flacos y nosotros de ellos. No debemos tener miedo a quedar mal, ya que para ellos puede ser un gran apoyo el saber que somos débiles, que estamos lejos de ser unos santos.

La vivencia de una comunidad fundada sobre la alegría, la libertad, la igualdad, la fraternidad, transforma la vida de las personas, de las familias, de los ambientes de una sociedad que nos oprime y nos esclaviza.
El desafio que nos propone hoy el trabajo voluntario en una cultura de individualimo, la masificación, y la despersonificación, es una respuesta a la necesidad de luchar contra todos estos valores que nos propone la sociedad de consumo.

La verdadera comunidad brinda al hombre el ambito adecuado para:
  • Las relaciones interpersonales y el compartir
  • El servicio y la misión
  • La vivencia y la celebración
El hombre de hoy busca:
  • Un sentimiento de nosotros
  • Un sentimiento de un rol o papel
  • Unos objetivos comunes
  • Correpondencia e interdependecia
Dietrich Bonhoeffer dijo: "Nos es dada la comunidad cuand dejamos de soñar con ella"

Extraído de "Vivir en una comunidad fraterna" Andrés Louf

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