lunes, 26 de noviembre de 2012

Sugerencia para una reflexión personal...

Leer seguidos algunos relatos de la vocación profética: Is 6, Ez 1-3, etc y observar:

- Quien tiene la iniciativa
- los rasgos de receptividad, disponibilidad
- los de temor, resistencia
- las palabras de asistencia de parte de Dios

Hacer memoria en la propia historia creyente, de cúando y cómo fuimos alcanzados por la gracia, en qué momentos de nuestra vida pasó Dios, de ser un Él, a convertirse en un Tú. Recordar fechas, lugares y circunstancias; revivir la experiencia de algún encuentro especial con el Señor que nos haya marcado especialmente.

Hacer un espacio orante para abrirnos al asombro de haber sido y seguir siendo buscados, perseguidos y llamados por nuestro nombre.

Aceptar ser aceptados, tal como somos, por un amor incansable e insesato. Esponjarnos y acariciar la conciencia de valer y ser queridos más allá de nuestros propios méritos y valimientos.

Reflexionar sobre los caminos a través de los cuales podría pasar hoy la experiencia de Dios, cómo seguir hoy expuestos a su voz, a su Palabra, a su acción. Cuáles son hoy para nosotros las mediaciones privilegiadas para ese encuentro.