viernes, 30 de julio de 2010

¿Por qué no ser Sacerdote?

Nuestra vocación: la santidad

Todos somos llamados a ser santos.

No hay nada de extraordinario en esta vocación.

Todos hemos sido creados a imagen

de Dios para amar y ser amados.



Jesús desea nuestra santidad

con un ardor inefable:

“Porque ésta es la voluntad de Dios:

que viváis como consagrados a Él.” (1 Tes 4,3)

Su divino corazón desborda de un deseo

insaciable de vernos progresar en la santidad.



Debemos renovar cada día nuestra decisión

de avanzar en el fervor como si se tratara

del primer día de nuestra conversión, diciendo:

“Ayúdame, Señor, Dios mío, en mis buenos

propósitos en tu servicio, y dame la gracia

de comenzar hoy mismo, porque lo que he hecho

hasta ahora no ha sido nada.”



No podemos renovarnos interiormente

si no tenemos la humildad de reconocer

aquello en nosotros que necesita ser renovado

Autor desconocido

jueves, 29 de julio de 2010

"No te rindas, no te des por vencido"

- Cuando la propia debilidad te ataque y caigas en pecado.
No te des por vencido, No te rindas, fortalécete en Jesús. Y decídete a comenzar de nuevo.
- Cuando te fallen los buenos propósitos y cuando habiéndote equivocado fallaste y heriste a otros. No te des por vencido, No te rindas, fortalécete en Jesús. Se sincero contigo mismo, con los demás y sobre todo con Dios, reconoce que te equivocaste, pide perdón y el Señor te abrirá nuevas posibilidades.
- Cuando alguna puerta en tu vida se haya cerrado.
No te des por vencido, No te rindas, fortalécete en Jesús. Si oras de verdad y obras con rectitud de corazón, siendo obediente a Dios. Entonces el te abrirá puertas tan grandes, que ni siquiera llegas a imaginar.
- Si tu matrimonio está en crisis y no sabes ya que hacer para restaurarlo.
No te des por vencido, No te rindas, fortalécete en Jesús. El te indicará que hacer y se lo permite, hasta tocará el corazón de tu cónyuge.

-Si estás sufriendo por los errores de tus hijos y por el daño que ellos mismos se están haciendo.
No te des por vencido, No te rindas, fortalécete en Jesús. Tu como padre o como madre debes orar con la confianza y la autoridad que Dios padre te ha concedido.
- Cuando la sorpresa ante la traición del amigo haya lastimado tu alma.
No te des por vencido, No te rindas, fortalécete en Jesús. El es el amigo que jamás te va a fallar.
- Cuando la soledad invada tu vida y Satanás te asusta haciéndote creer que en el futuro solo vendrán días amargos.
No te des por vencido, No te rindas, fortalécete en Jesús. El colmará tu corazón de tu presencia, alejara de tu lado las personas que no te convienen y te dará nuevos amigos, para los cuales tu serás una bendición, así como ellos lo serán para ti.
- Cuando la enfermedad física parece que viene a acabar con tus fuerzas y que tu vida está por terminar
No te des por vencido, No te rindas, fortalécete en Jesús. El puede restaurar las fuerzas y sanar de todas las dolencias.
- Y cuando la partida de un ser querido de esta vida o la tuya propia esté cercana.
No te des por vencido, No te rindas, fortalécete en Jesús. El nos espera a todos para darnos un abrazo en el cielo.

P. Gustavo Jamut